miércoles, 26 de febrero de 2014

El Fascismo que se esconde



El fascismo es una doctrina y práctica del odio y la violencia organizada contra los inferiores, diferentes o simplemente discrepantes, es el brazo ejecutor de la represión
 

El pasado sábado un grupo de apenas 20 personas vinculadas al colectivo Liga Joven se manifestaron en Salamanca. Esta asociación juvenil, que no tiene militancia aquí, razón por la que hubo de nutrirse para la concentración con personas venidas de fuera, está integrada en el Movimiento Social Republicano (MSR), partido político que recoge una parte de la tradición falangista, pretendidamente socialista y anticapitalista del sector sindical del franquismo, utilizando múltiples formas de ocultación de sus postulados ultranacionalistas, de sus mensajes de odio contra inmigrantes, rojos, homosexuales, etc, tanto en la simbología o el imaginario utilizado, donde se evitan la esvásticas o incluso se reduce la habitual presencia de la bandera española, como en los textos, que intentan hacer pasar por sociales y favorables a trabajadores.

Esta tradición del fascismo español tiene aún algunos adeptos especialmente entre los más mayores, que recuerdan incluso con melancolía los años 60 y 70, cuando en España había trabajo para todos, dicen, y no había problemas para la gente de bien, eso sí, sin mencionar que buena parte de los trabajadores españoles tuvieron que emigrar fuera, y que para ser buena gente simplemente no te podías meter en política, opinar contra el régimen, denunciar la corrupción, o simplemente pensar o vestir diferente.

El caso es que la concentración fue abortada por un grupo de jóvenes antifascistas mucho más numeroso, interviniendo la policía nacional en la separación de ambos grupos y el control de la situación, que finalmente devino en una hora aproximadamente de gritos, insultos y proclamas entre unos y otros, todo ello observado por el público que en ese rato pasaba por allí o se quedaba a presenciar el espectáculo.

Algunos han criticado la intervención del grupo antifascista, concentrándose contra una manifestación legal previamente comunicada a la Subdelegación del Gobierno y no prohibida. Otros critican que la escena era una suerte de circo adolescente, incluso ridícula, y que yendo tapados muchos de los antifas, dan una imagen de agresividad que echa para atrás a la gente.

Pero veamos.

El fascismo es una doctrina y práctica del odio y la violencia organizada contra los inferiores, diferentes o simplemente discrepantes, es el brazo ejecutor de la represión contra la oposición política o social, desde fuera de la ley, cuando las leyes y las instituciones del estado no son suficientes para reprimir a los disidentes, es la retaguardia armada del capitalismo cuando los medios habituales de explotación y manipulación no consiguen domeñar a los movimientos obreros o sociales organizados. Su ubicación sociológica queda siempre cerca de los sectores conservadores, ya sea de la burguesía más acomodada, pero también entre trabajadores sin conciencia de clase, entre militares, fuerzas policiales, confidentes, e incluso en ámbitos delictuales tradicionales ya prácticamente absorbidos por otros grupos más organizados (prostitución, receptación, tráfico de drogas).

Igualmente es muy fácil reconocer a los colectivos neonazis ligados al futbol, por su simbología y por su violencia exhibicionistas. También, de vez en cuando, saltan a las noticias agresiones e incluso asesinatos fascistas que se hacen pasar por enfrentamientos entre ultras o radicales de izquierdas y derechas, contribuyendo desde los medios de comunicación controlados por sectores empresariales y financieros, a la invisibilización de la violencia fascista.

Este fenómeno de la invisibilidad es necesario para dar la impresión de que el fascismo es historia, que ya no hay fascistas o son inofensivos, y que los grupos o colectivos antifascistas que se les oponen son tan trasnochados, desfasados o incluso tan violentos como los fascistas contra los que luchan. Junto a ello, el lógico miedo que produce la exhibición de violencia, el estigma de la policía cuando marca a quienes se salen de la norma, dejando bien claro como no tener problemas, marca que muchas veces se ensaña sobre los colectivos antifascistas, dada la cercanía sociológica con los grupos fascistas, todo ello contribuye al rechazo de esta realidad de lucha soterrada por la libertad que ya va sumando miles de víctimas invisibles.

Desde esta óptica es fácil reconocer la lógica del enfrentamiento que pudimos ver el sábado pasado en Salamanca, las caras tapadas de unos, las descubiertas de otros, la legalización de una concentración que por ejemplo sería ilegal en Alemania, el distinto trato policial incluso en una sencilla operación de contención, la rabia de expresiones e insultos, el dolor de escuchar a los manifestantes legalizados como respondían "Carlos, nosotros te matamos", ante el recuerdo "Carlos, nosotros no olvidamos", en referencia al asesinato de Carlos Palomino en 2007, joven antifascista, a manos de un militar neonazi que le apuñaló en el corazón.

O simplemente, pocos días antes, cuando fueron juzgados dos neonazis salmantinos, que fueron condenados por agresión a un joven antifascista ...

Cosas como estas estaban pasando el otro día en Salamanca, cuando el público asistía al espectáculo de ruido y nueces, y pasa cotidianamente en las calles de muchas de nuestras ciudades, en una esquina olvidada de nuestra conciencia, donde unos quieren ocultarlo y otros no quieren verlo. Es tan antiguo como la lucha por la libertad, el desvelamiento de lo real bajo lo aparente, y la necesidad de entender la sociedad donde vivimos.

via:http://www.lahaine.org/index.php?p=75648

lunes, 17 de febrero de 2014

La extrema derecha se prepara para patrullar la frontera de Melilla y “disuadir” a los “ilegales”

Milicias ultraderechistas patrullan la frontera entre EEUU y Mexico


El líder local de la formación ultra Soluciona asegura que cuentan con “material de defensa personal” y consejos de exmiembros de los cuerpos de seguridad del Estado.


Al más puro estilo de Arizona. La extrema derecha en Melilla se prepara para patrullar la frontera con Marruecos. Jorge Carretero, coordinador en la ciudad autónoma del partido derechista Soluciona, asegura que decenas de personas, entre miembros del partido y simpatizantes, se preparan con material de defensa personal y de vigilancia y vehículos todoterreno para acampar día y noche frente a la frontera y disuadir a los inmigrantes de cruzar la valla.

“Si las autoridades políticas no hacen nada, tendremos entonces que ser los ciudadanos de a pie quienes preservemos la seguridad de nuestras fronteras”, son palabras de Carretero reproducidas por Alerta Digital el medio de extrema derecha que sirve de plataforma a este nuevo partido de extrema derecha.
 
Fuente
http://sareantifaxista.blogspot.com.es/2014/02/la-extrema-derecha-se-prepara-para.html